lunes, 27 de octubre de 2008

New look

Bueno hace algún tiempo que quería modificar un poquillo mi blog. Y la verdad que ahora que está acabado me gusta bastante el resultado. Espero que a vosotros también.

Y aunque haya modificado algunas cosillas, como los colores, la imagen de cabecera y el título. El blog seguirá siendo el mismo, ya que yo sigo siendo la misma y por el momento no pienso cambiar, me va bien así.

Y bueno ya que he conseguido ponerme a escribir una entrada, me extenderé un poquillo más y explicaré brevemente mi sequía literaria. La que principalmente tiene tres motivos:

El primero es que ando escasa de tiempo.

El segundo es que estoy intentando unificar en una sola historia varios relatos que tengo de un mismo personaje, y el poco tiempo que tengo lo dedico a esto. Ya os informaré de mis avances al respecto ya que creo que puede quedar una historia bastante interesante.

Y bueno el tercero, es que el suelo escribir, cuando tengo algo que contar, cuando quiero quejarme de algo o cuando estoy mal. Pero desgraciadamente para los seguidores de mis relatos todo me va genial últimamente.
En lo personal a lo único que aspiro es a verte fugazmente entre semana, cogerte con ganas el viernes después de cinco días extrañándote, desahogar contigo mi lujuria el sábado y tener una apacible tarde de series el domingo a tu lado. Y bueno tus abrazos...
Y he de decir que de todos tengo más que de sobra. Aunque ya sabes que siempre te pediré más. Soy insaciable...
En la facultad lo único que pido es que los trabajos sean proporcionales al tiempo que nos dan para realizarlos y al porcentaje de nota que van a suponer. Que las explicaciones sean más o menos entendibles. Y una conversación distendida en los ratos libres con mis amigas.

En casa, pues extrañamente las cosas van más o menos bien. No sé, últimamente nadie suele darme voces y en la medida de los posible me dejan mis ratitos de intimidad que tanto necesito.

El curro hace tiempo que dejó de preocuparme. Es lo que tiene trabajar con niños, que a veces son unos diablillos, pero la mayor parte del tiempo te dan ellos mucho más de lo que tú puedes ofrecerles. Por no mencionar que en las cuatro horas que paso con ellos gasto las risas que tenia para el resto de la semana e incluso tengo que pedir prestadas.

Y bueno con mi gente, es decir con mis amigos no tengo mucho que añadir ya que siguen como siempre, estando ahí, a su manera, cuando los necesito. Y haciéndome reír siempre que puedo.

Resumiendo, soy feliz. Aprendí a valorar esas pequeñas cosas que cuando no están tanto se extrañan. Pero me pasaré más a menudo.

Edalie.

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