sábado, 27 de septiembre de 2008

Night

Anoche recordé porque no me quedaba levantada hasta tarde y es que a pesar de la agradable sensación de tranquilidad y de lo maravilloso que es poder llegar a escuchar el silencio entre los sonidos distantes de la noche, no puedo evitar que la melancolía se apodere de mi y me haga sentirme terriblemente sola.Y no es que me disguste la soledad, de hecho me encanta poder ir a mi aire sin tener que dar explicaciones, es solo que por la noche no es el momento y sé que muchos no estaréis de acuerdo, pero estoy convencida de que al final del día todos deberíamos tener una persona que amablemente nos invita irnos a la cama son la secreta promesa de que por muy mal que nos haya ido el día, el mañana será mejor y que sino lo es al menos él/ella estará a nuestro lado mientras pasa y abrazarnos al final del día para desear juntos que el próximo si sea mejor.
Aunque quizás nada de lo que he escrito tenga sentido alguno y solo sea el fruto de mi falta de sueño y de lo mucho que extraño tus abrazos.

By Edalie.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

A little more about me


Me fascinó desde la primera vez que la ví,
quieta, parada en mitad de la calle
mirando a aquel gato negro fijamente a los ojos,
parecía que de algún modo estaban hablando.

Su negra melena ondulaba a merced de la brisa,
estaba radiante, pero se veía tan sola.
De algún modo me hubiera gustado consolarla,
pero no podía permitirme el lujo de abrazar a una desconocida.

Aminoré la marcha para poder contemplar
algún rato más la extraña escena que tenía frente a mi
que me extasiaba y a su vez me atraía irremediablemente.

Me acerqué hasta que el negro felino se dio cuenta de mi presencia,
maulló en gesto de despedida y se perdió velozmente entre los coches,
la joven ante mi asombró le despidió con un maullido.

Al darse la vuelta se encontró directamente con mi cara de asombro
ante su comportamiento, ella debió darse cuenta y me dijo en tono desafiante:
-¿Qué pasa? me gustan los gatos.- Dicho esto doblo la esquina con la cabeza lo más alta que pudo.

Aunque sé que en cuanto se aseguró de que no podía verla
salió corriendo hasta su casa roja de vergüenza,
sentía que la habían pillado infraganti.



Edalie.