viernes, 27 de febrero de 2009




"Y el súcubo paso tanta hambre, que acabo volviendose anorexica..."



miércoles, 25 de febrero de 2009

Bueno hoy mientras volvía del cole(en el que estoy de prácticas, aunque algunos me confundan con alguna niña que ande por allí), empezó a sonar esta canción en mi mp3 (Y sí, es un opening de Dragon Ball Gt y por cierto bastante malo, de hecho la letra está no coincide con la del openig, pero bueno.). La cosa es que recordé una tarde de Domingo que en mi soberano aburrimiento la copie a mano (con la técnica del Pause/Play de toda la vida) y la puse en mi espacio del Msn. Y bueno me ha apetecido ponerla aquí.

Así que se la dedico a todos aquellos enajenados mentales temporales, a todos a los que biología los ha enredado y resumiendo a todo aquellos que estén enamorados. Porque no os enfadéis, pero el amor no es otra cosa salvo un engaño de la biología ayudada por la química para perpetuar la especie (pero ya lo explicaré otro día). Y esto no es cosa mía, es ciencia.Asi que si queréis culpad a alguien, culpad a esos herejes, digo científicos, que en lugar de pasarse el día rezando. Se dedican a desmontar mitos tan bonitos como que cuando morimos, no vamos al cielo, sino que nos pudrimos bajo tierra. Que el hombre no se creo a partir de la Plastidecor de Dios, sino tras un largo periodo de evolución. Que el amor es una reacción química. La cura del cáncer. Y no se todo ese tipo de gilipolleces...

En fin que como Eda me está llamando, porque esta impaciente por ser mayor para beberse Heroicas, fumarse raids y sobretodo follarse a todo el ali que se le ponga por delante, me piro al Wow y no os hago perder mas tiempo, aquí os dejo la letra:


Poco a poco me cautiva tu sonrisa,

toma mi mano y vamos a salir

de la infinita oscuridad,

en frente al mar.

cuando de nuevo yo te vi,

volando como un ave en mi jardín,

recordé lugares hechos para soñar,

la niñez a vuelto a mi mente otra vez,

como un sueño echo realidad,

bailabas conmigo una vez más,

siempre juntos, podremos soñar,

luchando por lograr, un mundo mejor,

hecho para los dos,

lo lograre con amor orgullo y valor.

Poco a poco me cautiva tu sonrisa,

toma mi mano y vamos a salir

de la infinita oscuridad,

siempre finjo que no m importa

el amor impide mi derrota

y me ayuda a salir

de la infinita oscuridad,

en frente al mar........


Edalie
"La maga que quiere ser 80 de una vez"

lunes, 23 de febrero de 2009

Receta

"Pollo a la Concejalía"

Ingredientes
- un pollo
- un despacho
- varios chorizos

Preparación:
- Se coge el pollo
- Se le coloca en un despacho
- Se le rodea de chorizos
- Se le deja a su antojo
- Y él solito se va haciendo rico, rico, rico


viernes, 20 de febrero de 2009

Carta a un maltratador.

Sé que hace tiempo que no me paso por aquí, y ahora que lo hago no es con algo mio. Y no es que no escriba, que mentalmente si que lo hago. Es raro que en algún o varios momentos del día, a veces demasiados, mi cabeza vuele lejos del sitio en el que estoy y se dedique a inventar historias. Pero por un motivo o por otro, no tengo el sosiego necesario para sentarme delante del ordenador a escribirlas.
Bueno aquí os dejo un correo que me mandaron hace tiempo y que considero que merece la pena ser leído, sino lo habéis hecho ya.

Fernando Orden Rueda 2º de Bachillerato, de Ciencias de la Salud. IES Bioclimático, de Badajoz. II Premio del II Concurso Nacional 'Carta a un maltratador', convocado por la Asociación 'Juntos contra la violencia doméstica'



Para ti, cabrón: Porque lo eres, porque la has humillado, porque la has menospreciado, porque la has golpeado, abofeteado, escupido, insultado... porque la has maltratado. ¿Por qué la maltratas? Dices que es su culpa, ¿verdad? Que es ella la que te saca de tus casillas, siempre contradiciendo y exigiendo dinero para cosas innecesarias o que detestas: detergente, bayetas, verduras... Es entonces, en medio de una discusión cuando tú, con tu 'método de disciplina' intentas educarla, para que aprenda. Encima lloriquea, si además vive de tu sueldo y tiene tanta suerte contigo, un hombre de ideas claras, respetable. ¿De qué se queja?
Te lo diré: Se queja porque no vive, porque vive, pero muerta. Haces que se sienta fea, bruta, inferior, torpe... La acobardas, la empujas, le das patadas..., patadas que yo también sufría.

Hasta aquel último día. Eran las once de la mañana y mamá estaba sentada en el sofá, la mirada dispersa, la cara pálida, con ojeras. No había dormido en toda la noche, como otras muchas, por miedo a que llegaras, por pánico a que aparecieses y te apeteciera follarla (hacer el amor dirías) o darle una paliza con la que solías esconder la impotencia de tu borrachera. Ella seguía guapa a pesar de todo y yo me había quedado tranquilo y confortable con mis piernecitas dobladas. Ya había hecho la casa, fregado el suelo y planchado tu ropa. De repente, suena la cerradura, su mirada se dirige hacia la puerta y apareces tú: la camisa por fuera, sin corbata y ebrio. Como tantas veces. Mamá temblaba. Yo también. Ocurría casi cada día, pero no nos acostumbrábamos. En ocasiones ella se había preguntado: ¿y si hoy se le va la mano y me mata? La pobre creía que tenía que aguantar, en el fondo pensaba en parte era culpa suya, que tú eras bueno, le dabas un hogar y una vida y en cambio ella no conseguía hacer siempre bien lo que tú querías. Yo intentaba que ella viera cómo eres en realidad. Se lo explicaba porque quería huir de allí, irnos los dos...Mas, desafortunadamente, no conseguí hacerme entender.

Te acercaste y sudabas, todavía tenías ganas de fiesta. Mamá dijo que no era el momento ni la situación, suplicó que te acostases, estarías cansado. Pero tu realidad era otra. Crees que siempre puedes hacer lo que quieres. La forzaste, le agarraste las muñecas, la empujaste y la empotraste contra la pared. Como siempre, al final ella terminaba cediendo. Yo, a mi manera gritaba, decía: mamá no, no lo permitas. De repente me oyó. ¡Esta vez sí que no!-dijo para adentro-, sujetó tus manos, te propinó un buen codazo y logró escapar. Recuerdo cómo cambió tu cara en ese momento. Sorprendido, confuso, claro, porque ella jamás se había negado a nada.
Me puse contento antes de tiempo.
Porque tú no lo ibas a consentir. Era necesario el castigo para educarla. Cuando una mujer hace algo mal hay que enseñarla. Y lo que funciona mejor es la fuerza: puñetazo por la boca y patada por la barriga una y otra vez...
Y sucedió.

Mamá empezó a sangrar. Con cada golpe, yo tropezaba contra sus paredes. Agarraba su útero con mis manitas tan pequeñas todavía porque quería vivir. Salía la sangre y yo me debilitaba. Me dolía todo y me dolía también el cuerpo de mamá. Creo que sufrí alguna rotura mientras ella caía desmayada en un charco de sangre.

Por ti nunca llegué a nacer. Nunca pude pronunciar la palabra mamá. Maltrataste a mi madre y me asesinaste a mí.

Y ahora me dirijo a tí. Esta carta es para tí, cabrón: por ella, por la que debió ser mi madre y nunca tuvo un hijo. También por mí que sólo fui un feto a quien negaste el derecho a la vida.

Pero en el fondo, ¿sabes?, algo me alegra. Mamá se fue. Muy triste, pero serenamente, sin violencia, te denunció y dejó que la justicia decidiera tu destino. Y otra cosa: nunca tuve que llevar tu nombre ni llamarte papá. Ni saber que otros hijos felices de padres humanos señalaban al mío porque en el barrio todos sabían que tú eres un maltratador. Y como todos ellos, un hombre débil. Una alimaña. Un cabrón.