Allí estaba, observando, subida al piano. Esperando en la penumbra. Por fin llego la hora, rápidamente sus ojos adquirieron un oscuro color rojo. La puerta se abrió, tímidamente su acompañante entró, como si se tratara de un asustado e inocente conejito.

Aún no la había visto. Se bajó ligeramente las gafas para poder contemplarlo mejor por encima del cristal. Soltó su pelo sensualmente al mismo tiempo que sus miradas se encontraban. Un fuerte olor dulzón embriagaba el gran salón de baile.

Elegante y felina se bajó del piano para dirigirse hacia él. Podía ver como la vida refulgía en aquellos maravillosos ojos verdes. Nunca volvería a estar tan atractivo como en aquel instante. Era tan joven.

Toc, toc, toc. Sus pasos resonaban en la amplía estancia. Un paso, otro y otro más. La distancia se reducía entre ambos. Toc, toc, toc. Cada vez se encontraban más cerca. Toc, toc, toc.

-Has venido- Dijo con una voz ya perdida en el eco de los tiempos. El joven se limitó a asentir levemente y se fundieron en un apasionado beso. Pero quería más, quería sentirlo dentro. Notaba su erección. El deseo le quemaba la garganta. Mordisqueo el lóbulo de su oreja juguetona, sus besos siguieron bajando. Podía notar el acelerado pulso del chico en su cuello. Entonces, mordió. Sus afilados colmillos traspasaron fácilmente la piel del joven. Se escuchó un grito ahogado. Aquello solo duraría un par de segundos. La sangre fluía por su garganta aplacando su sed. La vida se escapaba a borbotones de aquellos maravillosos ojos verdes. Y entonces, todo se volvió negro.

Una de vampiros! Feliz y terrorífico halloween a todos!!! =) Este año toca disfrazarse de chupasangres! Jeje.

Edalie