Me encanta cuando hablas para hacerme daño,
porque solo tú sabes cómo hacerlo.
Adoro como haces que todo mi mundo se desmorone a mi alrededor,
porque tú eres el único que puedes hacerlo.
Me encanta como con una sola palabra puedes recomponerme,
solo para darte el placer de hacerme pedazos más tarde.
Y yo sadomasoquista, me callo, espero y aguanto.
Esperando por una palabra dulce, un gesto de cariño, un beso.
Esperando por un algo, que no llegará nunca.
Pero yo espero, sigo esperando y mientras intento recoger mis pedazos.
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