No puedo entrar en mi cuarto,
me pica la nariz, ¿este olor?
Sí, es el mismo.
El mismo que me avisa que de tu presencia,
cuando te acercas por la espalda
y me besas, acaricias o abrazas.
Pero esta vez, da igual cuanto espere.
Esta vez, eso no pasará.
Porque tu ya no estás aquí...
Miro a la izquierda, hay un vacío en la estantería.
Al igual que hay otro en mi pecho.
¿Cuál de los dos será mayor?
¿Qué más da?
Ninguno de los dos se completará,
hasta que regreses...
1 comentario:
Muchas veces los vacios dependen del momento en el que nos haga falta llenarlos... puede que a día de hoy sea uno... pero y mañana? la vida da muchas vueltas...
Saludos Edalie.
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